viernes, 26 de junio de 2015

El concepto de Autoestima desde la Logoterapia



“La valoración de uno mismo es el punto de partida en la búsqueda de sentido”
Viktor E. Frankl
Autoestima es el amor desde uno mismo hacia uno mismo. Cuánto y cómo se quiere cada ser humano. Tal como la palabra lo dice, la estima que se tiene cada uno. En Logoterapia agregamos que es el valor que capta cada persona sobre si misma. Y ya que absolutamente todo en la vida es valioso, pues lo es la vida misma también.
Ese valor hay que revelarlo para hacerlo consciente e integrarlo como un aprendizaje que nutre lo espiritual. Una consciencia integral que permite al ser humano descubrir el sentido a su vida, el propósito, el para qué, el significado que la vida misma brinda y hay que saberlo como parte de la misión personal (no solo una significación desde la mente).
Solo se puede encontrar el sentido a la propia vida y al ser mismo si se capta su valor, el valor de la existencia, el valor del Yo, no de forma egocéntrica, siempre en relación a un tú y a un mundo.
Autoestima es la valoración sobre uno mismo pero en compañía, sin depender del resto, sino de la mano del resto, apoyándose cuando se necesite apoyo para luego soltarse y andar sobre los propios pies. Autoestima es una regulación integral, no una exageración desequilibrada.
El valor del ser está oculto tras el velo de la negación de quien se viene siendo. Si no acepto quien soy en mi momento actual no captaré lo valioso de mi mismo, incluso de aquello que no quiero aceptar de mí (y captar ese valor es requisito para ser Yo auténticamente). Autoestima es aceptación, y la aceptación lleva a la libertad.
Alejandro Salomón Paredes
Psicólogo – psicoterapeuta


jueves, 25 de junio de 2015


SALUD MENTAL POSITIVA
Por Edgardo Flores Herrera


Cuando a las personas se les pregunta qué es salud, la respuesta que más se repite, sin lugar a dudas es “ausencia de enfermedad”. La salud es percibida por muchísimas personas como la oportunidad de poder vivir sin preocuparnos sobre las cuestiones de dolor, tristeza, padecimientos; el no tener que ir al doctor ni por estar tomando medicamentos de manera constante y prolongado.
Así es como es percibida la salud. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que la salud es más que eso, aún cuando dicha ausencia de enfermedad es una parte integrante del concepto de salud, hay que recalcar que no conceptualiza a la salud en su manera total, ya que la salud también engloba aspectos psicológicos, social, conductuales, entre otros.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Ya desde que la OMS empiece a percibir a la salud como un aspecto global, abre una brecha para poder atender en sus diferentes aspectos la salud que envuelve al ser humano. De ahí es que algunos científicos empiezan a interesarse en la Salud Mental Positiva (SMP). Marie Jahoda es una de las primeras referencias dentro de psicología al momento de hablar sobre este tema.
Jahoda elabora un modelo proponiendo seis criterios que abordan este tema; tales criterios son: actitudes hacia ti mismo, crecimiento y autoactualización, integración, autonomía, percepción de la realidad y dominio del entorno. Cada uno de esos criterios representa un aspecto de la SMP, desde la perspectiva de Jahoda.
Actitudes hacia ti mismo. Este concepto hace referencia a la importancia de la autopercepción y el autoconcepto que se produce con nuestro diario actuar. Si nosotros consolidamos una concepción propia basada en nuestras habilidades, pasando por aquellos aspectos a mejorar (defectos), podemos tener una visión real sobre nosotros mismos y sobre las capacidades con las que contamos para afrontar cualquier situación problemática. ¿Cuáles son nuestras habilidades y virtudes? ¿Qué aspectos de mi vida aún tengo que mejorar? ¿Realmente soy objetivo al describirme a mí mismo o considero que tengo más habilidades de las reales? ¿Me he llamado inútil, tonto? ¿Considero que soy ineficiente y que nunca cambiaré? Estas ideas, así como algunas otras, nos ayudan a tener una actitud hacia nosotros mismo y a crearnos un autoconcepto de nuestra persona.
Crecimiento y autoactualización. ¿Hacia dónde vamos? ¿Cuál es nuestro objetivo en la vida? ¿Qué es lo más importante para nosotros? ¿Estoy dispuesto a aprender o me estancando pensando que no vale la pena? Algunas de estas preguntas pueden ayudarnos a entender este concepto que habla a lo que hacemos con nuestra vida y si respondemos a la “misión” que a cada uno nos toca, que puede ir desde el más pequeño acto (pero no por eso menos importante), hasta actos globales en beneficio nuestro y de todos.
Integración. Hace referencia a la capacidad de poder incluir en nuestra vida todas aquellas experiencias que nos suceden, tanto positivas como negativas; así como la capacidad para poder aceptar en integridad. ¿Cómo soy? ¿Quién soy? ¿Aquella experiencia, sea positiva o negativa, me ayudó a mi crecimiento personal? Estas pueden ser preguntas que nos ayuden a darnos cuenta si somos capaces de integrar cada aspecto de nuestra vida y de nosotros mismos en nuestra percepción.
Autonomía. ¿Las decisiones que tomo provienen de mi propia libertad? ¿Soy responsable con mis elecciones? ¿O acaso siempre hay alguien que elige por mí? ¿Prefiero la comodidad de justificar mis acciones responsabilizando a las circunstancias o a otras personas? Autonomía nos habla en cómo nos relacionamos con el mundo que nos rodea y con nuestros semejantes, y cómo nuestras decisiones no sólo nos incluyen a nosotros, sino a todos los demás, evitando afectar a los demás y siendo responsable de nuestros actos y de las consecuencias que estas traen.
Percepción de la realidad. Este criterio implica nuestra capacidad para percibir adecuadamente la realidad, es decir, poder darnos cuenta de las circunstancias de manera objetiva evitando en lo posible hacer juicios e inmiscuyendo lo que creemos sobre el mundo. Una adecuada percepción de la realidad nos dará herramientas para saber la manera más eficiente de resolver alguna problemática; por el contrario, una percepción errónea, únicamente nos creará tensiones.
Dominio del entorno. ¿Logro adaptarme rápidamente ante las situaciones cambiantes de la vida? ¿Sé cuál es la mejor manera de resolver los problemas? ¿O por el contrario me complico al querer afrontar una situación problemática? Este aspecto, está vinculado a dos temas fundamentales como son el éxito (que hace énfasis en el logro y alcanzar los resultados) y en la adaptación (que hace referencia al proceso para llegar a la meta).
Cada uno de estos criterios propuestos por Jahoda, nos hablan sobre aspectos de la SMP. Desde la idea original de ella, si logramos mantener un equilibrio en cada uno de estos aspectos, encontraremos un bienestar que no se verá mermado con facilidad.
Por otro lado, Viktor Frankl revoluciona la concepción de la felicidad, y por ende, de la SMP al afirmar: “yo diría que lo que el hombre quiere realmente no es, al fin y al cabo, la felicidad en sí, sino un motivo para ser feliz. En cuanto lo encuentra, la felicidad y el placer surgen por sí mismos”. Desde esta nueva visión, la SMP se presentaría en el momento que somos capaces de encontrar un motivo que nos permite afrontar “con la cara en alto”, cualquier situación (por difícil que esta sea), y dejando de aferrarnos a la idea de buscar la felicidad a costa de lo que sea. Lo importante, para Frankl, es realmente encontrar ese motivo; una vez que ese motivo es verdaderamente fuerte, es capaz de ayudarnos a “disfrutar” el viaje de la vida. No olviden la capacidad que han tenido muchas personas para trascender la situación por la que pasaban y llegar a cumplir sus metas, únicamente por la “fuerza del espíritu”.
Por último, no hay que pasar por alto que, en muchas ocasiones, la misma salud requiere de una sana tensión. ¿O no acaso disfrutamos de los obstáculos que nos produce un proyecto con el cual estamos más que comprometidos? Si la vida es como escalar una montaña, el bienestar que nos produce llegar a la cima no tiene punto de comparación con lo difícil que fue llegar; por el contrario, todos esos obstáculos, nos llenan de orgullo y nos hacen valorar aún más nuestro esfuerzo.

DEJA SECAR   TU IRA

Mariana se puso toda feliz por haber ganado de regalo un juego de té de color azul. Al día siguiente, Julia, su amiguita, vino bien temprano a invitarla a jugar. Mariana no podía pues saldría con su madre aquella mañana. Julia entonces pidió a Mariana que le prestara su juego de té para que ella pudiera jugar sola en el jardín del edificio en que vivían. Ella no quería prestar su flamante regalo pero ante la insistencia de la amiga decidió, hacer hincapié en el cuidado de aquel juguete tan especial.
Al volver del paseo, Mariana se quedó pasmada al ver su juego de té tirado al suelo. Faltaban algunas tazas y la bandeja estaba rota. Llorando y muy molesta Mariana se desahogó con su mamá ¿ves mamá lo que hizo Julia conmigo?
Le presté mi juguete y ella lo descuidó todo y lo dejó tirado en el suelo.
Totalmente descontrolada Mariana quería ir a la casa de Julia a pedir explicaciones, pero su madre cariñosamente le dijo: Hijita, ¿te acuerdas de aquel día cuando saliste con tu vestido nuevo todo blanco y un coche que pasaba te salpicó de lodo tu ropa? Al llegar a casa querías lavar inmediatamente el vestido pero tu abuelita no te dejó ¿Recuerdas lo que dijo tu abuela? Ella dijo que había que dejar que el barro se secara, porque después sería más fácil quitar la mancha. 



www.dauperu.com

Así es hijita, con la ira es lo mismo, deja la ira secarse primero, después es mucho más fácil resolver todo.
Mariana no entendía todo muy bien, pero decidió seguir el consejo de su madre y fue a ver el televisor. Un rato después sonó el timbre de la puerta.
Era Julia, con una caja en las manos y sin más preámbulo ella dijo:
- Mariana, ¿recuerdas al niño malcriado de la otra calle, el que a menudo nos molesta? Él vino para jugar conmigo y no lo dejé porque creí que no cuidaría tu juego de té pero él se enojó y destruyó el regalo que me habías prestado. Cuando le conté a mi madre ella preocupada me llevó a comprar otro igualito, para ti. ¡Espero que no estés enojada conmigo. No fue mi culpa!
- ¡No hay problema!, dijo Mariana, mi ira ya secó! Y dando un fuerte abrazo a su amiga, la tomó de la mano y la llevó a su cuarto para contarle la historia del vestido nuevo que se había ensuciado de lodo.
REFLEXION
Nunca reacciones mientras sientas ira.
La ira nos ciega e impide que veamos las cosas como ellas realmente son. Así evitarás cometer injusticias y ganarás el respeto de los demás por tu posición ponderada y correcta delante de una situación difícil.
Acuérdate siempre: ¡ Deja secar la ira ! 

http://dauescueladevida.blogspot.com


lunes, 15 de junio de 2015

"La triada trágica", Frankl



"El hombre no puede ahorrarse encarar su condición humana, incluyendo lo que yo llamo la triada trágica de la existencia humana: dolor, muerte y culpa. Por dolor quiero decir sufrimiento; por los otros dos entiendo la doble faceta de la mortalidad y la falibilidad humana....el temor a envejecer y a morir inunda la cultura actual.
Tengo la convicción de que el carácter transitorio de la vida no le priva a ésta en lo más mínimo de sentido."

"El hombre ha de aceptar su finitud en sus tres aspectos: ha de afrontar el hecho de que ha fracasado; que sufre y que ha de morir".

"Es un principio de la logoterapia que es posible encontrar el sentido de la vida no sólo a través de la actuación o de la vivencia de los valores, sino también a través del sufrimiento"..."Lo que importa, por consiguiente, es el planteamiento que adopta en su desgracia".

"Lo que amenaza al hombre es su culpa en el pasado (falibilidad) y su muerte en el futuro. Ambas son inevitables, ambas deben aceptarse. Es la aceptación de esta finitud humana lo que añade a la vida la característica de ser digna de vivirse, puesto que sólo frente al sentimiento de culpa tiene sentido mejorar y sólo frente a la muerte tiene sentido actuar".

Frankl, Víktor E.. Psicoterapia y Existencialismo, Herder, España, 2003, pp. 30, 39, 45-46

jueves, 11 de junio de 2015

La persona enferma necesita un cuidado especial. Ética y Logoterapia


El arte del encuentro entre la Logoterapia y la Ética del cuidado: un nuevo horizonte.
Sandra RUIZ GROS
Der Psychotherapeut Viktor Frankl während einer Vorlesung an der Universität Wien. Photographie. 1954.Nuestra sociedad reclama cada vez con más urgencia desmarcarse de una posición que da la espalda al vacío, a la finitud del ser humano, a la pérdida…, y que se centra sólo en el rendimiento y lo productivo que se pueda ser. Cada vez se escuchan más voces que no niegan la importancia de las técnicas y de los nuevos avances en la práctica médica pero que consideran que dicha práctica se va transformando cada vez en algo más descarnado y distante.
¿Qué pasa cuando el ritmo acelerado que nos presiona constantemente a olvidar que somos personas? ¿Qué se puede hacer cuando se truncan nuestras expectativas y se hace patente el dolor y el sufrimiento? ¿Podemos entender la Logoterapia y la Ética del Cuidado bajo una perspectiva que nos permitan comprender mejor nuestra faceta de seres humanos en busca de sentido que además necesitan del cuidado?
La intensidad de las vivencias que Viktor Frankl nos mostró con su testimonio dejan una huella imborrable en quienes se aproximan a su obra. Por una parte contamos con la fuerza que le sostuvo para poder seguir adelante durante su cautiverio, y por otra nos referimos a la llamada que lanzaba cuando manifestaba su preocupación por la visión que poco a poco se iba haciendo más presente: la de una humanidad cada vez más limitada por el peso de una visión reduccionista y rígida, por el terreno que a pasos agigantados iba ganando el nihilismo, la falta de sentido y el vacío existencial.
Frente a la propuesta de Sigmund Freud y de Alfred Adler para quienes el ser humano está sujeto respectivamente a la voluntad de placer y de poder, Frankl propone una tercera, que es la voluntad de sentido. Con ello se posiciona frente la actitud de considerar al ser humano como centro de todo, como la figura absoluta ante la cual gira el resto del universo. Al sobrevalorarse a sí mismo, el hombre no es capaz de afrontar situaciones que forman parte de la vida como son la enfermedad, el error o el desamor. No es capaz de sacrificar nada porque por una parte todo tiene un valor desmedido y por otra se ha perdido el sentido. Por ello la pérdida y el cambio son vistos como terribles fracasos. Lo mismo sucede de forma parecida con el progreso y la técnica. Cada nuevo acontecimiento, cada avance y descubrimiento se han ido dando de forma acelerada y forzada, como queriendo imponer ahora la fuerza del ser humano y controlar y someter el dolor, el sufrimiento o la muerte. En esta carrera absurda el ser humano se pierde de vista a sí mismo, cae en el vacío de su existencia.
Ante esta situación Frankl nos recuerda entonces que el ser humano puede dar un giro a esta situación. Para lograrlo hemos de recordar que aunque los instintos siempre están presentes, la voluntad de sentido nos lleva a superarnos, a ver más allá de nosotros mismos, a apuntar, en palabras de este autor vienés, a “algo que no es él mismo, hacia algo o hacia un sentido que hay que cumplir, o hacia otro ser humano, a cuyo encuentro vamos con amor.” [1]
El mismo Frankl es un ejemplo de esta capacidad de ir más allá de nosotros mismos, de autotrascendernos. Así lo hizo cuando atendió como médico psiquiatra a miles de personas que se veían desbordadas no tanto por su enfermedad sino más bien por el interrogante de qué sentido tenía para ellas esta situación. Esta visión hace que el médico no se limite a ser un técnico. Tampoco entiende al paciente como una maquinaria a reparar, como un compuesto biológico que recupera su equilibrio con una serie de ajustes ya calculados con vistas a que pueda continuar siendo productivo y cumpliendo con sus funciones. Este médico que no sólo da una palmada en la espalda del paciente o se encoge de hombros cuando el paciente le interroga por el sentido de su malestar, de su sufrimiento o la limitación tan angustiosa de la propia finitud.
Frankl denominó medicus humanus a la figura del médico que es capaz de sentarse frente al paciente que sufre, homo patiens. En palabras de Viktor Frankl:
“el medicus humanus percibe al homo patiens detrás de la enfermedad, al hombre que sufre. Y percibe lo humanissimum: la voluntad de sentido, la lucha por el sentido, que no se detiene ni tampoco debe detenerse ante el sufrimiento; pues tenemos que distinguir entre sufrimiento y desesperación. Un sufrimiento, una enfermedad puede ser incurable; pero el paciente sólo desespera en el momento en que ya no puede ver un sentido a su sufrimiento. La tarea de la cura de almas médica consiste en hacer emerger un sentido.”[2]
Por lo tanto, la tarea del médico no se limita a curar sino que va más allá. Se trata de que se encargue de cuidar tanto el cuerpo como el alma del paciente. La cura de almas médica no pretende restablecer la salud perdida o las capacidades mermadas. Más bien pretende apoyar al paciente para que por él mismo sea capaz de hacer frente al vacío existencial y a la desesperación.
Queda patente cómo se manifiesta una de las cinco dimensiones de la Logoterapia como análisis existencial: la de la cura de almas médica o patodicea metaclínica. El médico puede tener una gran formación que le haya permitido adquirir unas destrezas a la hora de amputar un miembro, y también ha de tener presente que para que su labor sea excelente ha de producirse un verdadero encuentro con el paciente que se ve sometido a esa amputación y que deber reconstruir de nuevo su vida desde la nueva situación en la que se encuentra.
Esta es la clave de la cuestión que estamos abordando: un nuevo arte, un nuevo horizonte, que es el del encuentro entre la Logoterapia y la Ética del Cuidado. Desde aquí la Logoterapia puede hallar un nuevo fundamento, una nueva perspectiva para seguir contribuyendo con su inestimable labor. Por su parte, la Ética del cuidado aporta la vía para dar cabida a elementos tan importantes como son la fragilidad, la vulnerabilidad, la angustia o la finitud. Pensemos por un momento en las veces que nos hemos sentido desbordados y desorientados antes cuestiones difíciles de manejar, ante elementos que no podemos controlar. A nuestro juicio, situándonos en la perspectiva que nos ofrecen la Logoterapia y la Ética del Cuidado estamos más capacitados para evitar sucumbir a la peligrosa tentación de abandonar al paciente y más bien somos capaces de llevar a cabo una tarea de compromiso y responsabilidad que se traduce en una actitud de atención y respeto plenos respecto a los demás seres humanos. Esta actitud también nos incluye a nosotros mismos de modo que resulta natural comprender que a pesar del deterioro físico o cognitivo, la dignidad de la persona siempre se mantiene intacta, que aunque se puede curar a veces, siempre es posible cuidar. Estamos seguros de que el encuentro entre la Logoterapia y la Ética del Cuidado son un arte que abre un horizonte que dará pie a nuevos y esperados matices en nuestras vidas.
[1] FRANKL, V., FRANKL, V., Ante el vacío existencial. Herder. Barcelona, 2001. Pág., 17.
2 FRANKL, V., Logoterapia y análisis existencial. Herder. Barcelona, 2003. Pág., 256.
[*]Sandra Ruiz Gros es Doctora en Filosofía por la Universidad de Valencia. En su tesis ha trabajado  la cuestión de la Bioética del Cuidado y la vulnerabilidad desde la Logoterapia y el Análisis Existencial. Es voluntaria de la Asociación Española Contra el Cáncer en oncología pedriátrica y adultos. Ha impartido clases en la Universidad Católica de Valencia y en la Universidad de Valencia.



viernes, 5 de junio de 2015

A PESAR DE TODO SI LA VIDA!





A pesar de todo si a la vida.
Hay que encontrar el sentido en la vida ,no a la vida
 Posibilidad de decidir crea un espacio para recrear lo vivo del ser

Al creer en la decisión, se crea la oportunidad para que ésta recree la necesidad vital, y la decisión pueda ser una guía, en la vida, en donde se conjuguen el pasado el presente y el futuro. Luego ésta se tendrá que desplegar en el espacio donde se realiza nuestra existencia.
Es una posibilidad intrínseca y especifica del ser humano la capacidad de descentrarse y poder desdoblarse para asi  desplegar lo esencial, de  su si mismo
La capacidad de decisión, permite  ir construyendo  una postura en  la vida, que genera un   marco para  la existencia .Esta intrínsicamente relacionada con la gratitud, con la capacidad  de dar respuesta en acto a la vida recibida, se despliega  en el espacio. Porque este es el lugar en donde se aloja la vida y se reinscribe la existencia.
La existencia es efecto del atravesamiento de una limitación.
La dignidad nace como respuesta de la persona en tanto se pueda recrear la relación al obstáculo, dando sentido a la existencia.
El decir  de Frankl, surge a mi  entender, como respuesta en  su existencia, luego que desde su particularidad extrajo un saber, una nueva relación con lo que lo condiciono su vida, y decidió trasmitirlo en su vida a quienes necesitaran servirse de él, para que cada uno pudiera en su caminar reeditarlo.

Espacio lugar donde se realiza la existencia lugar de reencuentro con lo esencial

Concepto de espacio: “Extensión continua e ilimitada en que se contienen todos los objetos externos que coexisten”. 
Espacio lugar donde se aloja la vida. Donde se encuentra con su recreación
Es en el espacio donde las personas nos encontramos en el mundo, en el existir  a la dificultad, en lo posible.
Donde se encuentran las soluciones, donde habla la vida que hay en nuestro ser
El espacio en que habitamos está limitado y condicionado por nuestras decisiones y nuestras prioridades. Es decir es un espacio en el espacio.
Esto responde a una lógica abierta donde los sistemas interactúan y crean la posibilidad de construir una espacialidad atravesada por lo que está presente en la ausencia. Es decir que hay dos modos de estar: por lo que está presente y por lo que está presente a través de su ausencia, y por su efecto de haber estado allí, es decir por la huella, por la impronta que dejamos en el otro
La inclusión de la lógica del no todo de los sistemas abiertos posibilitan el trabajo en equipo y lleva implícita la necesidad de un desdoblamiento.
En el Desdoblamiento de la frase “a pesar de todo si a la vida”, se introduce la dimensión del  acto como una respuesta responsable a una pregunta que nos viene del afuera, el no todo por la vía del sentido siendo este un   instrumento al servicio de un saber vivir, pudiendo la persona usarlo en el trabajo personal de la vida.
La vida es lo que no se puede pesar, ni medir, ni cuantificar, es lo cualitativo que crea una impronta en lo personal en donde se inscribe, se registra, una salida capaz de crear una apertura a redescubrir el camino personal y personalizado
Empezando de atrás para adelante.
“…Si a la vida”. 
Es la vida la que pone el límite. Este viene de afuera de uno y que es ahí donde se reencuentra la vida, lo vivo del ser, la persona se vuelve a encauzar como el agua de un rio.
“A pesar de todo…”
Me invita a descubrir que el todo es inaccesible, que el sentido es un recurso para  resituarse en la vida.
Que es un medio para reconectarnos en la vida con los otros y que en los agujeros de sentido hay un llamado para vivir, a entregar el don recibido, a alojar nuevos sentidos a descubrir.

El Acto de amor es un lugar de apertura a la vida para redescubrir el ser en acción

El don siempre esta tamizado por la intervención de una persona que inscribió en nosotros su necesidad de dar en la vida, su entrega de amor poniendo en acto su gratitud, en un modo singular, con su propio estilo para trasmitirlo.
Es decir se encuentran  que en  el acto de amor condensados lo universal, y lo singular de esa travesía por lo universal, ensamblándose en  un camino de inclusión de las diferencias y cualidades de cada quien. Abriendo un camino para redescubrir nuevos sentidos.
La subjetivizacion es la respuesta singular a una huella que dejo el paso por lo universal, es la cualidad  que se extrae de ella.
La diferencia es un agente posibilitador, es el puente que une a lo posible, hacia redescubrir un nuevo sentido, una nueva respuesta, es una apertura hacia lo esencial que habita en el SER.
Las diferencias se visualizan en el uso que las personas hacen de lo mismo, en el producto que sacan de las diversas combinaciones para encontrar a su ser en acción.
Es la vida que habla en cada uno.

Carolina Acevedo

http://www.centroviktorfrankl.com.ar/articulo-carolina-acevedo.html



jueves, 4 de junio de 2015

LO IMPREVISIBLE EN NUESTRAS VIDAS


 Imagen integrada 1


La lluvia al viento le dijo:
“Tu arrasarás y yo inundaré”.
Castigaron tanto el lecho del jardín
Que las flores se arrodillaron.
Se doblegaron para protegerse.
Pero no murieron.
Yo sé lo que las flores sintieron.
Robert Frost

Vivimos condicionados, aprendemos de niños que si tenemos una vida correcta y hacemos bien nuestros deberes, vamos a ser buenas personas y nos van a querer mucho, y así empezamos a crecer en esta rueda girando sobre sí misma como ratoncitos corriendo por la misma inercia de la rueda, en este caso la vida que creemos que nos corresponde, y que las cosas le suceden a los otros.
Muchas veces cuando estamos en la calle y la gente nos choca desesperados, no mirando y hasta hablando sola, con los ceños fruncidos, miedosos, desconfiados, defensivos, agresivos y tristes, algunos manifestando, reunidos, actuado en masa y animándose a cosas que solo no harían ni dirían. Los que manejan con sus coches a bocinazos y frenadas, todos desorbitados, se sienten amenazados, ¿Saben dónde van?.... Posiblemente con esa vida que tenemos, no hay tiempo para pensar hacia donde vamos. Será una manera justificada socialmente de ocultar ese sentimiento de vacío.
El hombre existencialmente frustrado no sabe como ocupar ese tiempo. “Solo existe una manera de hacer frente a la vida: tener una tarea que cumplir”. El vacío puede estar oculto tras muchas máscaras, escapismos o pantallas que en realidad son la excusa para ocultarse de sí mismos. La droga, el juego, últimamente en nuestra sociedad aumento notablemente el número de casinos, la gente se aísla en estos lugares, se olvidan de sí mismos, no aceptan la realidad.
La angustia de vacío aumenta y hasta se torna insoportable, se da física y psíquicamente, y en el deseo de tapar no se ven; un ejemplo muy conocido es el del bebedor, que siente: para que dejar de tomar, si cuando lo hace la realidad se le torna insoportable.
Resulta paradójico que la persona cuanto más desconoce la misión en su vida, más descontrolada, agitada y alienada se siente.
La preocupación por el sentido de la existencia es lo que esencializa al hombre. Es la punta del iceberg para llegar a lo humano del ser. Activar la voluntad de sentido, hacerla conciente y presente, después de haberlo descubierto y encontrado por sí mismo.
El hombre necesita paz interior y equilibrio para promover la dirección en la vida y poder responder y así planificar su futuro, eligiendo y siendo.
Sabemos que la vivencia de su vacío interior, agobia y oprime a la persona.
Estamos tan desesperados que no llegamos a ver nuestra verdad, lo que queremos,  lo que somos y lo que podríamos llegar a ser.
El materialismo a ultranza nos lleva a una loca carrera por tener, vaciando el ser. En esta alineación perdemos la posibilidad de elección para el rumbo de nuestras vidas.
La vida es un regalo de Dios y a veces se pierden demasiados años en reconocerlo, en algunos casos hasta la mitad de la vida, aceptándolo cuando pasamos una situación limite como ser una enfermedad dolorosa o la pérdida de un ser querido. Frankl nos habla de la tríada trágica (sufrimiento, culpa y muerte) situaciones que se comportan como barreras marcando un antes y un después.
Pasaron muchos años y aún recuerdo el relato de un padre desgarrado por la muerte de su joven hija, diciendo que hubiera aceptado cualquier condición con tal de tenerla viva y que su único consuelo era haberle dado todo su amor y recordaba su despedida minutos antes de su muerte inesperada. Fue un gran padre que jamás pensó pasar por este golpe inevitable del destino. Perder un hijo es como perder el futuro, es la pérdida de un proyecto y hasta podría animarme a decir el más sublime de un ser humano.
Otro caso que me impactó, años atrás, entrevisté a un hombre, desconfiado y reticente de la Psicología, mantuve una charla distante, yo no pude entender para que vino a mi consulta, me pidió hacer un dibujo, le propuse que dibujara un árbol, cuando me lo entregó vi claramente un quiebre del trazo muy marcado en la parte superior de la copa, signo que me llamo la atención, por lo que le pregunte si había habido alguna situación o hecho en los últimos días, me dijo no, muy decidido y hasta molesto. A la segunda semana volvió a verme pálido, era otra persona – me acordé tanto de usted (me dijo), y me cuenta lo que pasó, su hijo de 20 años había tenido un accidente automovilístico: dos de los compañeros fallecieron en el acto y él había quedado cuadriplégico para el resto de su vida,....” imagine si cambio mi vida que hasta la casa tuve que modificar por mi hijo discapacitado”. Nos seguimos
viendo unas semanas más y a pesar de todo, su vida, la de su hijo y el resto de la familia ahora tenían sentido.
La auto-trascendencia nos permite a través del amor mirar al otro, salir de nosotros mismos para encontrar sentidos y significados en nuestra existencia.  A veces las situaciones más terribles se pueden vivir como oportunidades hacia un nuevo orden.
No nos lamentemos por lo que no dimos, vimos o dijimos. Si le damos un sentido a ese sufrimiento tendremos las posibilidades de crecer como personas, ser más tolerantes, no suponer lo que al otro le pasa ni esperar que adivinen lo que queremos. Parece que cuando nos roza la muerte allí queremos la vida y empezamos a aprender que debemos y queremos ser libres y responsables. Hacemos cosas que no hacíamos, decimos mas lo que sentimos, aceptamos, aprendemos a amar sin la seguridad que nos será devuelto, a partir de situaciones de dolor accedemos a la libertad y desaparecen temores, ya no estamos condicionados, nos fortalecemos haciendo más consistentes nuestros valores.
Hay algunos que tienen suerte y pueden reparar, pero tal vez no tengamos esa posibilidad ¿por qué exponernos?
Tenemos la libertad de elegir, de amar y responsabilidad con nuestras vidas, depende de nosotros mismos que el sufrimiento nos venza o fortalezca.
No perdamos la oportunidad: Elijamos, no temamos, que podemos tener una vida
más sentida.
Lic. Graciela Minteguia